Descripción
La cabeza de un zombie es un objeto muy poco útil, pero eso no impide que podamos encontrarle algún uso interesante. Por ejemplo, utilizarla como recipiente para el café con leche mientras recordamos el último episodio de The Walking Dead. En contra de lo que pueda parecer, en su interior no encontrarás restos de sesos, huesecillos o pólvora, ya que ha sido convenientemente reducida y recubierta de cerámica de gran calidad. Pero si aún así te causa reparo, siempre la puedes utilizar en el escritorio para poner los bolígrafos. Queda muy elegante.